Abogado juicio rápido en Barcelona

El Juicio Rápido, regulado por la Ley 38/2002, de 24 de octubre, es una herramienta clave en el sistema penal español para resolver delitos de manera ágil y eficiente. Diseñado para casos en los que la instrucción es sencilla, este procedimiento permite una respuesta judicial rápida, evitando largas dilaciones procesales y garantizando una resolución efectiva.

Si has sido citado para un juicio rápido en Barcelona, es fundamental contar con un abogado penalista con experiencia que defienda tus derechos y busque el mejor resultado posible. Aunque este procedimiento está destinado a delitos menos graves, puede conllevar sanciones significativas si no cuentas con una defensa adecuada.

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Abogado Especialista en Juicio Rápido en Barcelona

En Lerma Vallverdú, somos especialistas en juicios rápidos y ofrecemos asistencia inmediata, defensa penal estratégica y representación ante el juzgado. Atendemos casos de hurto, violencia de género, delitos contra la seguridad vial, resistencia a la autoridad, entre otros. Nuestro equipo legal evaluará tu caso y te guiará en cada fase del procedimiento.

Los juicios rápidos pueden permitir reducción de condenas si se gestionan correctamente, pero sin la defensa adecuada, el impacto puede ser grave. Actuar con rapidez es clave.

JUICIOS RÁPIDOS QUE TRATAMOS

Juicio rápido por hurto

Los juicios rápidos por hurto se aplican cuando una persona es sorprendida sustrayendo bienes ajenos sin violencia ni intimidación. Si el valor de lo sustraído es inferior a 400 euros, se considera un delito leve, mientras que si lo supera, puede derivar en penas de prisión. Dependiendo de los antecedentes del acusado, las penas pueden incluir multa o prisión en casos de reincidencia. Este procedimiento busca resolver el caso de forma ágil y con posibilidad de reducción de pena si el acusado acepta la conformidad.

Juicio rápido por negativa a someterse a la prueba de alcoholemia

El juicio rápido por negativa a someterse a la prueba de alcoholemia se lleva a cabo cuando un conductor se niega a realizar el test de alcoholemia o drogas exigido por la autoridad. Este delito grave se castiga con penas de hasta un año de prisión, retirada del carnet de conducir y sanciones económicas severas. Como abogados especialistas, te representamos ante los juzgados con estrategias legales sólidas para minimizar al máximo tu pena.

Juicio rápido por violencia de género

Los juicios rápidos por violencia de género se aplican en casos de agresiones, amenazas o coacciones dentro de una relación de pareja o expareja. Este procedimiento permite la adopción de medidas cautelares inmediatas, como órdenes de alejamiento, para proteger a la víctima. Las penas pueden incluir prisión, trabajos en beneficio de la comunidad o privación de derechos.

Juicio rápido por lesiones

Los juicios rápidos por lesiones se aplican en casos donde una persona sufre daños físicos leves sin requerir tratamiento médico prolongado. Las sanciones pueden incluir multas, trabajos en beneficio de la comunidad o, en casos agravados, prisión. Te defendemos con estrategias legales eficaces para reducir al máximo las consecuencias.

Juicio rápido por exceso de velocidad

Este procedimiento se aplica cuando un conductor excede los límites de velocidad en más de 60 km/h en ciudad o 80 km/h en carretera. Se considera un delito contra la seguridad vial y puede conllevar multas, retirada del carnet de conducir o incluso penas de prisión en casos graves.

Juicio rápido por alcoholemia

El juicio rápido por alcoholemia se aplica cuando un conductor es sorprendido con una tasa superior a 0,60 mg/l en aire espirado o 1,2 g/l en sangre. Dependiendo de la gravedad y reincidencia, las sanciones incluyen multa, retirada del permiso de conducir o penas de prisión.

Juicio rápido por amenazas

El juicio rápido por amenazas se aplica cuando una persona intimida a otra con causarle un daño sin que haya riesgo inmediato. Dependiendo de las circunstancias y la reincidencia, las penas pueden ser de multa, trabajos en beneficio de la comunidad o incluso prisión.

Juicio rápido por ocupación ilegal

El juicio rápido por ocupación ilegal se aplica cuando una persona ocupa un inmueble sin autorización del propietario. Dependiendo de la resistencia ofrecida y la duración de la ocupación, este delito puede conllevar sanciones que van desde multas hasta penas de prisión en los casos más graves.

Juicio rápido por atentado contra la autoridad

El juicio rápido por atentado contra la autoridad se produce cuando una persona agrede o se resiste violentamente a un agente de policía en el ejercicio de sus funciones. Las sanciones pueden ser de multa o prisión, dependiendo de la gravedad de la agresión.

Juicio rápido por quebrantamiento de condena

El juicio rápido por quebrantamiento de condena se aplica cuando una persona incumple una medida judicial impuesta, como una orden de alejamiento o una pena de prisión suspendida. Este delito puede conllevar penas de prisión o multas, dependiendo de la gravedad del incumplimiento.

Juicio rápido por agresión

El juicio rápido por agresión se aplica en casos de violencia física leve, siempre que no requiera una instrucción prolongada. Las penas pueden variar desde multas hasta prisión en casos de reincidencia o existencia de agravantes.

Juicio rápido por coacciones

Los juicios rápidos por coacciones se utilizan cuando una persona obliga a otra a actuar en contra de su voluntad mediante intimidación o violencia leve. Las sanciones pueden ser de multa, trabajos en beneficio de la comunidad o, en casos graves, prisión.

Juicio rápido por violencia doméstica

El juicio rápido por violencia doméstica se aplica cuando una persona agrede o amenaza a un familiar directo dentro del ámbito del hogar. Puede conllevar medidas cautelares como órdenes de alejamiento y sanciones que incluyen prisión o privación de derechos.


Juicio rápido por malos tratos

El juicio rápido por malos tratos se aplica en casos de violencia física o psicológica reiterada dentro de un entorno familiar o de pareja. Este procedimiento permite la adopción de medidas cautelares inmediatas y puede derivar en penas de prisión, alejamiento o trabajos en beneficio de la comunidad. Dependiendo de la gravedad del caso y los antecedentes del acusado, las penas pueden agravarse o incluir prisión efectiva.

Juicio rápido por orden de alejamiento

El juicio rápido por incumplimiento de orden de alejamiento se lleva a cabo cuando una persona desobedece una medida de protección impuesta por un juez. Las consecuencias pueden ser penas de prisión y sanciones adicionales en caso de reincidencia. En estos casos, es fundamental contar con una defensa legal especializada para evaluar la mejor estrategia.

Juicio rápido por delitos contra la seguridad vial

El juicio rápido por delitos contra la seguridad vial se aplica en casos de conducción temeraria, sin carnet o bajo los efectos del alcohol o drogas. Las sanciones pueden incluir retirada del permiso de conducir, multas elevadas y, en casos graves, prisión.

Fases del Juicio Rápido en España

El procedimiento de juicio rápido, regulado en los artículos 795 a 803 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim), está diseñado para tramitar delitos de menor gravedad de forma ágil y con plazos reducidos. Se estructura en varias fases bien delimitadas, cada una con requisitos específicos que garantizan la rapidez del proceso.

1. Inicio del procedimiento

El procedimiento se inicia con la remisión del atestado policial al Juzgado de Guardia, lo que puede ocurrir de dos maneras:

  • Por detención: Si el presunto autor del delito es sorprendido en el acto, las autoridades lo trasladarán al juzgado en un plazo máximo de 24 a 48 horas.
  • Por citación directa: En ausencia de detención, la policía puede notificar al investigado para que comparezca ante el juez en una fecha determinada.

En este punto, es crucial contar con un abogado penalista que garantice la adecuada defensa del investigado y vele por el respeto de sus derechos procesales.

2. Diligencias urgentes ante el juzgado

El Juez de Guardia, tras recibir el atestado, inicia las diligencias urgentes, cuyo propósito es recopilar toda la información necesaria para determinar si el caso debe resolverse mediante juicio rápido o si requiere una instrucción más extensa. Estas diligencias deben realizarse en un plazo máximo de 24 a 48 horas, dependiendo de la carga de trabajo del juzgado.

Entre las actuaciones que pueden llevarse a cabo en esta fase se encuentran:

  • Toma de declaración del investigado y, en su caso, de la víctima o testigos.
  • Recopilación de pruebas relevantes para el procedimiento, como informes médicos o pruebas periciales.
  • Consulta de antecedentes penales del investigado.
  • Imposición de medidas cautelares, como órdenes de alejamiento o retirada del permiso de conducir, si la gravedad del caso lo justifica.

Si el juez considera que el procedimiento cumple los requisitos para ser tramitado como juicio rápido, dictará una resolución en ese sentido y dará paso a la siguiente fase.

3. Comparecencia para la calificación de los hechos

Una vez concluidas las diligencias urgentes, las partes comparecen ante el Juez de Guardia para exponer sus posiciones:

  • El Ministerio Fiscal y, en su caso, la acusación particular, formulan la calificación jurídica de los hechos y solicitan la apertura del juicio oral.
  • La defensa del acusado, representada por su abogado, puede solicitar el sobreseimiento del caso o presentar sus alegaciones en defensa del investigado.

Si el acusado acepta los hechos imputados y presta conformidad con la calificación más grave, el juez puede dictar sentencia inmediata en el mismo acto, aplicando una reducción de la pena en un tercio, conforme a lo previsto en la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

4. Celebración del juicio oral

Si no hay conformidad, el juicio oral se celebra ante el Juzgado de lo Penal en un plazo máximo de 15 días, aunque en la práctica puede demorarse dependiendo de la carga de trabajo del juzgado.

Durante la vista oral, ambas partes presentan sus pruebas, se escuchan las declaraciones de testigos y peritos y se formulan las conclusiones finales. Finalizada la exposición de los argumentos, el juez dicta sentencia absolutoria o condenatoria, pudiendo imponerse penas de multa, trabajos en beneficio de la comunidad o incluso prisión, según la gravedad de los hechos.

Esta resolución puede ser recurrida en el plazo de 5 días ante la Audiencia Provincial en caso de que alguna de las partes no esté conforme con el fallo.

Requisitos para que un delito sea tramitado por Juicio Rápido

Para que un procedimiento pueda desarrollarse mediante juicio rápido, es necesario que se cumplan ciertos requisitos establecidos en los artículos 795 a 803 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim). Estos criterios garantizan que el proceso pueda resolverse de manera ágil sin comprometer las garantías procesales del acusado.

1. Tipo de delito y pena aplicable

El juicio rápido solo se aplica a delitos cuya pena máxima sea:

  • Prisión de hasta 5 años.
  • Multa, independientemente de la cuantía.
  • Trabajos en beneficio de la comunidad.
  • Privación del derecho a conducir, tenencia de armas o comunicación con la víctima.

En ningún caso se podrá aplicar este procedimiento a delitos más graves o que requieran una instrucción compleja.

2. Delitos flagrantes

El juicio rápido está pensado para situaciones donde el delito ha sido cometido de manera flagrante, es decir, cuando el presunto autor ha sido sorprendido en el momento de la comisión o inmediatamente después con pruebas evidentes en su contra.

3. Pruebas suficientes para agilizar el proceso

Dado que el objetivo del juicio rápido es evitar una instrucción larga, debe existir una base probatoria clara y suficiente para proceder sin necesidad de una investigación prolongada.

Las pruebas pueden incluir:

  • Testimonios de víctimas o testigos.
  • Grabaciones de cámaras de seguridad.
  • Informes médicos o periciales.
  • Actas de intervención policial.

Si el caso requiere una instrucción compleja o una prueba que no pueda obtenerse en el plazo breve del procedimiento, no podrá tramitarse por juicio rápido.

4. Comparecencia inmediata del investigado ante el juez

El acusado debe comparecer ante el Juzgado de Guardia en un plazo breve desde la detención o citación policial. Esto implica que:

  • Si hay detención, el investigado deberá ser presentado ante el juez en un plazo máximo de 24 a 48 horas.
  • Si no hay detención, la policía podrá citar al investigado para que comparezca directamente ante el juzgado sin necesidad de ser arrestado.

5. Competencia del Juzgado de Guardia

El juicio rápido solo puede celebrarse si el Juzgado de Guardia es competente territorialmente y puede tramitarlo sin derivarlo a otro órgano jurisdiccional.

6. Posibilidad de conformidad

El procedimiento de juicio rápido permite que el acusado preste conformidad con la acusación, lo que puede suponer una reducción de la pena en un tercio.

Preguntas frecuentes de los juicios rápidos

Si el acusado no comparece sin justificación válida, el juez puede dictar orden de detención y celebrar el juicio en rebeldía, lo que puede perjudicar seriamente su defensa. En algunos casos, también puede imponerse una multa por incomparecencia.

Si el acusado reconoce los hechos y acepta la acusación, se le aplicará una reducción de un tercio de la pena. Este acuerdo agiliza el procedimiento y puede evitar sanciones más graves. Sin embargo, esta conformidad genera antecedentes penales, salvo que la pena sea lo suficientemente leve como para que pueda cancelarse en poco tiempo.

La citación se realiza a través de notificación judicial o mediante la policía, si la persona ha sido detenida. En caso de delito flagrante, el juicio rápido puede celebrarse el mismo día o en un plazo de 72 horas.

El procedimiento completo, desde la detención o denuncia hasta la sentencia, puede resolverse en unos pocos días o semanas. El juicio oral en sí suele durar menos de una hora, aunque depende del número de pruebas y testigos.

Depende. Si se ha prestado conformidad, la sentencia es firme y no recurrible. En caso de condena sin conformidad, se puede interponer recurso de apelación ante la Audiencia Provincial en un plazo de 5 días.

Si el investigado no cuenta con abogado particular, se le asignará un abogado de oficio para garantizar su defensa. No obstante, es recomendable contar con un abogado penalista especializado que pueda preparar una mejor estrategia de defensa.

Si hay conformidad entre las partes, la sentencia puede dictarse el mismo día del juicio. En caso contrario, el juez puede tomarse unos días para deliberar, pero en general la sentencia se dicta en un plazo máximo de 48 horas.

  • El juicio rápido se aplica a delitos menos graves, con penas de hasta 5 años de prisión o sanciones alternativas.
  • El juicio por delito leve se reserva para infracciones menores, con penas inferiores a 1 año y generalmente sin prisión.

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